Un estudio realizado por investigadores nacionales, reveló que los parques nacionales de la Patagonia chilena almacenan casi el doble de carbono que los bosques de la Amazonía por hectárea.
La investigación "¿Cuánto carbono almacenan los ecosistemas terrestres de la Patagonia Chilena?" fue publicada en la revista científica Austral Ecology.
Jorge Pérez Quezada es docente e investigador de la Universidad de Chile y del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), y lideró este trabajo en el que participaron otros seis expertos.
"Lo que el estudio reveló es que, por hectárea, en una reserva, en un parque nacional, un área protegida en la Patagonia podía tener casi el doble de carbono que una zona protegida o bien conservada en la Amazonía", explicó el investigador.
En ese sentido, el docente aclaró que "no significa que la Patagonia tenga más carbono acumulado en total que la Amazonía, porque son zonas muy distintas en cuanto a superficie. La Amazonía sigue teniendo mucho más, pero la Patagonia destaca por la cantidad de carbono que puede guardar por hectárea, especialmente en las áreas silvestres protegidas".
El académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, planteó que "un estudio como este nos dice cuánto carbono hay acumulado en los ecosistemas y, como en este caso es mucho, significa que es sumamente importante protegerlos".
"El carbono está acumulado ahí, tanto en bosques como en turberas, y nosotros encontramos que estas últimas acumulaban cerca de 1.700 toneladas por hectárea", explicó Pérez.
El investigador asegura que "las turberas son ecosistemas claves para proteger, para no perturbarlos, porque si no, ese carbono se pierde en la atmósfera y aumentamos el efecto invernadero. Por lo tanto, incide en el aumento del cambio climático".
Importancia de la protección a la Patagonia chilena
El docente Jorge Pérez recalca el valor de esta investigación y sus resultados para la lucha contra el cambio climático, ya que "los ecosistemas guardan carbono, lo van acumulando a través de los siglos y lo guardan tanto en el suelo como sobre el suelo, en las hojarascas y también en la biomasa de las plantas".
En esa línea, explica que el estudio tiene relación con el cambio climático, puesto que el dióxido de carbono (CO₂) es el principal gas de efecto invernadero. Por lo tanto, cuando nosotros lo emitimos, se va acumulando en la atmósfera y eso es lo que genera el efecto invernadero.
Pérez afirma que esta investigación viene a llenar un vacío de información que resulta vital para la protección de estos bosques. "Debiéramos tomar acciones directas de proteger, sobre todo aquellos ecosistemas que contienen el carbono en gran cantidad", aseguró.
"Yo trabajo también en Chiloé y ahí se están haciendo muchos loteos sin mucha regulación. Esos también son ecosistemas que guardan gran cantidad de carbono y si se lotean, se cortan los árboles, se rompe el suelo, ese carbono se va a perder", explica el investigador.
Al respecto sostiene que "debiéramos tomar medidas para regular el manejo que puedan hacer los privados en estas zonas, y —por supuesto— pensar en crear más áreas silvestres protegidas".
En tanto, indicó que "la crisis de biodiversidad también existe, es muy grave y está asociada a la degradación de los ecosistemas. Hay que conservar los ecosistemas lo más posible, protegerlos nos beneficia a nosotros mismos y si tenemos que manejarlos, debemos hacerlo de una manera racional", zanjó.