En India, una niña de 8 años, heredera de una fortuna avaluada en 60 millones de dólares, decidió renunciar a ella para consagrar su vida a la religión jainista en un monasterio. Esta fe posee más de 4 millones de seguidores en su país, incluida la familia de la menor.
La joven, de nombre Devanshi Sanghvi, vive en la ciudad de Surat, famosa en su país por ser la "Ciudad del Diamante", debido a su relevante papel en el comercio internacional de piedras preciosas. La empresa de su familia, Sanghvi and Sons, data de 1981.
Tras el anuncio público de su familia, Sanghvi participó de una ceremonia llamada "Dilksha" que duró 4 días. Luego del ritual, se trasladó al templo en un carruaje tirado por un elefante.
En dicho lugar, se despojó de sus lujosas ropas para reemplazarlas por unas de algodón blanco.
Vida en el monasterio
La niña era conocida dentro de la comunidad jainista por ser piadosa. Además de ello, sus familiares comentaron a los medios que estaba apurada por unirse a la vida espiritual en el monasterio.
"Nunca vio televisión, películas o ido a centros comerciales y restaurantes", agregó un conocido de su núcleo familiar.
Cabe añadir que el jainismo fue fundado en la India durante el siglo VI a.C y se le conoce por practicar el vegetarianismo estricto, el ascetismo, amar a todos los seres y abogar por la no violencia. No obstante, también realiza ayudo extremo en ciertas situaciones y esto causó que una niña de 13 años falleciera en 2016, en la ciudad de Hyderabad.