Las papas fritas son uno de los alimentos más consumidos por los chilenos. De hecho, así lo demostró un estudio realizado durante el año pasado, basándose en una aplicación de reparto, donde se constató que los chilenos pidieron papas fritas todos los días del 2022, sin excepción.
Sin embargo, y pese a lo sabrosos que son los alimentos fritos, podrían tener un impacto negativo en la salud mental de quienes los consumen. Un estudio demostró que el consumo frecuente de estos, especialmente de papas fritas, puede aumentar en un 12% el riesgo de padecer ansiedad y un 7% de sufrir depresión.
El trabajó que se publicó en la revista PNAS, lo realizó un equipo de investigación en Hangzhou, China. Se basó en una comparación entre quienes consumen este tipo de alimentos, y quienes no.
Los investigadores evaluaron a 140.728 personas durante 11,3 años. Tras excluir a quienes fueron diagnosticados con depresión dentro de los primeros dos años, se encontró un total de 8.294 casos de ansiedad y 12.735 casos de depresión entre quienes consumieron comida frita.
Las papas fritas tuvieron un aumento del 2% en el riesgo de depresión sobre la carne blanca frita. Además, demostró que quienes consumían más de una porción de comida frita con regularidad tenían más probabilidad de ser hombres jóvenes.
El Dr. David Katz, especialista en medicina del estilo de vida, pero que no participó en el estudio, indicó: "El componente humano de este estudio puede indicar exactamente lo que pretende: que una mayor ingesta de alimentos fritos aumenta el riesgo de ansiedad/depresión".
Sin embargo, el médico también mencionó otra teoría. "Podría tratarse de un fenómeno en la otra dirección. Las personas con ansiedad/depresión recurren a 'comida reconfortante' cada vez más seguido para obtener algo parecido a un alivio".