Tras días prófugo, Martín de los Santos Lehmann, de 32 años, fue capturado en Brasil y hoy permanece recluido en el penal Ahmenon Lemos Dantas de Várzea Grande, en Mato Grosso.
El chileno está acusado de golpear brutalmente a Guillermo Oyarzún, un conserje de 70 años en Vitacura. El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago ya autorizó a la Fiscalía para solicitar su extradición, aunque la Cancillería chilena advirtió que este proceso podría demorar varios meses, mientras que una expulsión inmediata dependerá de las autoridades brasileñas.
El penal donde espera la definición de su caso ha sido cuestionado por su falta de seguridad. Desde su apertura en 2020, la cárcel ha enfrentado problemas de sobrepoblación, escasez de gendarmes y violentos episodios que incluyen fugas y muertes de internos. La situación obligó a implementar un plan de “tolerancia cero” con redadas y decomiso de celulares y armas dentro de los módulos.
De los Santos salió de Chile rumbo a Florianópolis gracias a un error de la Fiscalía, que olvidó solicitar una orden de arraigo tras formalizarlo. Durante su fuga, se alojó en hoteles, apareció en redes sociales ofreciendo publicidad como influencer e incluso usó el logo de Naciones Unidas.