La población de ranitas de Darwin que habitan en el Parque Tantauco, en la Isla Grande de Chiloé, hoy viven una seria amenaza producto de la llegada de un hongo causante de la enfermedad Quitridiomicosis.
Este mal ha provocado la muerte de un universo aproximado de 1.300 ejemplares desde 2023, volviendo vulnerable un ecosistema que se consideraba, hasta hace poco, como el gran refugio de la especie que hoy se encuentra en peligro de extinción.
Bajo este escenario, 53 ranitas fueron trasladadas hasta el Zoológico de Londres.
Andrés Valenzuela, presidente de la ONG Ranita de Darwin e investigador de la Sociedad Zoológica de Londres, explicó que los objetivos de esta medida son dos.
"Lo primero es realizar una investigación científica, para buscar formas de combatir la Quitridiomicosis. Y lo segundo, es apoyar la red de crías en cautiverio de esta especie, con el objetivo de que la descendencia de los animales que viajaron a Londres, puedan ser reintroducidas en el Parque Tantauco, para repoblar”.
Alguna vez, se identificaron dos especies de la Ranita de Darwin; sin embargo, la población que vivía en los bosques costeros ubicados entre la región de Valparaíso y del Biobío, se extinguió hace algunas décadas.
Eso se quiere evitar con los ejemplares que se encuentran en el sur del país, para así mantener vivo al anfibio que es considerado como “único” en el planeta.
Claudio Azat, director del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la U. Andrés Bello, la describe como "una especie de forma peculiar, con una nariz puntuda, y que se asemeja a las hojas de la Quila o el Bambú, las que usan como camuflaje".
"Es conocida, porque es el único anfibio en el mundo, dentro de más de 8 mil especies, donde el macho se preña. Este es capaz de incubar a su descendencia" especificó.
El proyecto, a cargo de la ONG Ranita de Darwin, contempla un segundo rescate desde el Parque Tantauco. Tras ello, los ejemplares serán llevados a un centro de reproducción en cautiverio de la Universidad de Concepción.